HISTORIA
LA ELECTROESTIMULACIÓN
La electroestimulación no desea sustituir la actividad física sino que debe considerarse como un tratamiento integrativo.
¿QUÉ ES?
Impulsos eléctricos que trabajan sobre los puntos motores de los músculos (motoneuronas EMS) o sobre las terminaciones nerviosas (impulsos TENS), provocando una contracción muscular similar a la voluntaria.
FORMAS DE ESTIMULACIÓN
1. La estimulación muscular sirve para:
• Desarrollar fuerza.
• Tratamientos estéticos.
2. La estimulación sobre las terminaciones nerviosas sirve para: • Tratamientos contra el dolor crónico.
• Tratamientos de rehabilitación.
La electroestimulación neuromuscular con microcorriente (MENS) fue desarrollada aproximadamente hace 20 años.
Lynn Wallace trató más de 600 pacientes con las MENS y examinó sus efectos terapéuticos sobre dolores causados por problemas en los pies, en los miembros inferiores, en el fémur y en el área lumbar, en los hombros, en los codos y en el cuello y descubrió así sus importantes efectos curativos.
Según Wallace un tratamiento inicial de 15/20 minutos procuró un alivio del dolor en más del 95 % de los pacientes. La reducción del dolor fue aproximadamente del 55 % después del primer tratamiento, del 61 % después del segundo y del 77 % después del tercero; el dolor desapareció completamente en el 82 % de los pacientes después de menos de 10 tratamientos (cuatro tratamientos de media).
La característica de las MENS de no ser perceptibles por el paciente ofrece una posibilidad infinita de estudios e investigaciones. Lerner e Kirsch hicieron experimentos sobre 40 pacientes con dolores crónicos en la zona lumbar. Estos pacientes fueron casualmente subdivididos en dos grupos, uno fue tratado con las microcorrientes MENS y el otro con tratamiento de placebo o sea utilizando un electroestimulador MENS que no provocaba ninguna electroestimulación.
La terapia se repitió tres veces a la semana por ocho semanas. Los resultados mostraron una reducción del dolor en una media del 75% de los pacientes con terapia MENS y solo del 6% en aquellos con tratamiento de placebo. Otros estudios han aceptado que la terapia MENS favorece la curación de heridas y úlceras.
Gault y Gatens citaron el efecto positivo que las MENS tuvieron en 106 pacientes con úlceras isquémicas a la piel. De esos estudios resultó que el grupo tratado con la terapia MENS con una intensidad de 200 μA - 800 μA tuve una recuperación aproximada de dos veces superiores a un grupo tratado sin algún método. Algunos médicos han citado que también la curación de fracturas oseas es fuertemente facilitada por estimulaciones con corrientes de baja intensidad. Los resultados mencionados arriba demuestran que la terapia MENS es por lo tanto notablemente eficaz en el tratamiento del dolor agudo y crónico, promueve la regeneración de los tejidos dañados, cura heridas, cicatrices y fracturas óseas. (Gault WR, Gatens PF Jr : Use of low intensity direct current in management of ischemic skin ulcers. Phys Ther 56~265, 1976.)
Mecanismo funcional de las corrientes MENS "Injury current" y las funciones de las MENS
Es conocido desde más de un siglo que sobre la membrana celular está presente una energía potencial de aproximadamente -50 mV. Esta energía es conocida como potencial de membrana en reposo.
La superficie externa posee una carga positiva mientras que la interna tiene una carga negativa. [Img.3]. Cuando una célula está dañada, el potencial de la parte lesionada se convierte en negativo y la corriente eléctrica fluye en el area herida.
Este fenómeno fue cuidadosamente medido por Matteucci (1938) y Bois Reymond (1843); esta corriente es hoy comunemente conocida como "injury corrent" (corriente de lesión). La corriente de lesión se genera no solo cuando algunas células se lesionan, sino también cuando se lesionan los tejidos. La intensidad de la corriente de lesión varía de 10 μA a 30 μA como fue demostrado durante los experimentos; en otras palabras la corriente de lesión es una microcorriente. La corriente de lesión promueve la recuperación de células y tejidos dañados en el organismo vivente. Se piensa que la estimulación con este tipo de corriente puede generar ATP y sintetizar la proteína y favorecer la reconstrucción de los tejidos dañados. Se puede suponer, por lo tanto, que una microcorriente generada artificialmente pueda integrar y estimular ulteriormente las naturales funciones de la corriente de lesión.